Eliana no sale de su casa. Sólo lo hace al patio del fondo, donde cultiva una pequeña huerta de verduras y flores. Una tarde la sorprendió una persistente llovizna. Echó unas raíces frágiles, angeladas. Y poco a poco se llenó de brotes.
Intersticios, Apóstrofe Ediciones, San Salvador de Jujuy, Argentina, 2014
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