lunes, 12 de diciembre de 2016

UN POBRE DIABLO EN EL BALDÍO - Mariángeles Abelli Bonardi

Sólo lo acompaña una radio roída por el tiempo. Ata sus cosas con piolín y, con porte torpe, trapea la tapera. Deja que sus miedos bailen en la niebla. En el baldío, contra el cartón, Plinio bebe una ración de rancio vino.

1 comentario: